martes, 20 de enero de 2009

Ministerio Publico Ensayo 1

EL MINISTERIO PUBLICO ENSAYO I
Existe un trinomio: hombre, sociedad y Derecho, expresión de las comunidades cultas cuyo término ductor que es el Derecho, se manifiesta en diferentes formas jurídicas, de las cuales la ley es su pronunciamiento más solemne, la cual tiene una dinámica que envuelve su aplicación, y precisamente, para velar por el respeto de los derechos y garantías constitucionales y por la recta aplicación de las leyes, existe una institución, denominada Ministerio Público.
A partir de la ley del 11 de mayo de 1825, se aprecia de manera efímera, los fundamentos de lo que más tarde, con rango constitucional, se va a convertir en esa democrática y esencial institución, garante de la seguridad jurídica, donde su verdadera finalidad es delinear la misión de esa institución que, como representante de la sociedad, orienta la ley hacia la justicia.
Ese principal objetivo, aunado a los otros, señalados expresamente en el texto constitucional, satisfacen la aspiración del hombre que ansia vivir en sociedad de manera honorable, protegido en sus derechos bajo la aplicación correcta de la ley, por ello es indispensable no menoscabarle al Ministerio Público la importancia que le corresponde y menos irrespetarlo con atropellos o falta de consideración, sobre todo si se pretende que los ciudadanos, no pierdan la convicción de que sólo en esa institución, ajena a toda influencia y coacción, y al margen de toda parcialidad política y aspiración innoble, se ejercen las funciones, sin venganza, sin pasiones y sin odios.

La errada creencia en algunos, de que la naturaleza de las funciones encomendadas al Fiscal, lo obligan ineludiblemente a convertirse en un acusador para agravar la situación del imputado, es lo más atroz que pueda concebirse, porque siendo el Fiscal del Ministerio Publicó el director de la investigación su deber es buscar tanto los elementos que culpan como los que exculpan donde su finalidad es la búsqueda de la verdad., es por ello que en la mayoría las legislaciones, lo l consideran como parte de buena fe.
César Salgado, jurista brasileño, autor del "Decálogo del Fiscal", aprobado en el Segundo Congreso Interamericano del Ministerio Público, celebrado en La Habana, el año 1957, logra sintetizar, en la simplicidad de sus Mandamientos, la substancia y magnitud del Ministerio Público.

Interpretando su contenido, el Fiscal debe ser digno de su importante función, el cual debe tener como norte hablar en nombre de la ley, de la justicia y de la sociedad. Debe ser probo, sincero, buscador de la verdad y en cualquier circunstancia, con nobleza, sin convertir la desdicha ajena en pedestal para sus éxitos ni en motivo para reflejar sus vanidades. Además, debe tener valor personal y moral, para arrostrar los peligros sin temor al daño, venga de donde viniere. Usar la cortesía como trato social, sin dejarse llevar por la pasión, y sin perder la dignidad y compostura que el decoro de sus funciones exige. Ser leal y libre, sin inclinarse ante ningún poder ni aceptar otra soberanía a no ser la de la propia ley.La institución del Ministerio Público, nutre sus raíces de la rectitud, y su noble propósito es brindar también la paz al procurar la recta aplicación de la justicia. Asimismo, al garantizar los derechos humanos, en sus normas reguladoras de la relación social, enaltece en grado superlativo su importante misión y logra así que los ciudadanos, sin distinciones de ninguna clase, experimenten en su esencia el estímulo del amparo en la exacta dimensión del respeto a su propio decoro.